Tras un largo paréntesis, la troncalidad

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Por fin acudo a este blog tras un largo paréntesis de inactividad. Hace unos días me encontraba con un amigo y lector del blog que me decía que esto le había ocurrido a otros «blogueros sanitarios» tras la gripe A H1/N1. Le dije que ese no era mi caso, que daría casualidad, pero que se debía a que no encontraba tiempo suficiente para poder dedicarme a actualizar el blog en las mejores condiciones.
La semana pasada me propuse que este fin de semana actualizaba mi blog y seguía con mi actividad de opinión y de educación para la salud que me propuse como objetivo cuando comencé la andadura del blog que ahora tenemos delante.
Creo que en los últimos tiempos nos ha azotado un fenómeno en España, y más concretamente en la Formación de los especialistas (denominada Formación Sanitaria Especializada), cual es la TRONCALIDAD.
La troncalidad es legalmente exigida por la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, pero además de esa exigencia legal, obedece a un ejercicio de responsabilidad ponerla en marcha desde el punto de vista de la política sanitaria debido a que necesitamos especialistas médicos y quirúrgicos que aborden de una forma más integral a los pacientes. Además necesitamos de la troncalidad como una medida de gestión sanitaria sostenible y como respuesta a numerosos especialistas médicos que piden la reespecialización.
España tiene cerca de 50 especialidades registradas, que con la evolución de cada una de ellas se han ido convirtiendo en cajones estancos que han proporcionado una formación específica muy buena en cada una de ellas, pero una formación muy fragmentada, traduciéndose esta fragmentación en la atención al paciente. No es raro encontrar numerosos volantes de interconsultas en nuestros hospitales para la atención a los pacientes por otros especialistas distintos al responsables por cualquier motivo de salud al que un médico formado de forma integral debe dar respuesta sin problemas, pero esto es un ejemplo.
Para ello, el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud tras un estudio muy valioso elaboró un documento que ha servido de base a un grupo de trabajo constituido en el seno de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud que ha presentado un nuevo documento, basado en el anterior pero con las competencias de cada uno de los troncos propuestos y el análisis de las diferentes especialidades y su recomendación para incluir en algún tronco.
Se han definido 4 troncos (médico, quirúrgico, laboratorio e imagen), en esos troncos caben las especilidades a excepción de cuatro que han sido excluidas desde el primer momento que son Psiquiatría, Pediatría, Anatomía Patológica y Oftalmología.
En la última reunión de la Comisión Técnica Delegada de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, se adoptó un acuerdo muy bueno y era el de retrasar la aprobación del documento de troncalidad propuesto por el grupo de trabajo al estudio del Consejo Nacional de las Especialidades en Ciencias de la Salud y de las Comisiones Nacionales de las Especialidades, así como de las Sociedades Científicas. Esto enriquecería el documento y podría dar argumentos técnicos, científicos y de peso para introducir modificaciones al documento. Esto entiendo que fue una decisión acertada, ya que la troncalidad será lo que más impacte sobre el sistema de Formación Sanitaria Especializada desde que se puso en marcha el MIR.
Lamentablemente se han producido opiniones sesgadas e interesadas de determinados colectivos científicos sin haberse leído el documento, lamentablemente por parte de algunas sociedades científicas no han sido capaces de utilizar el pensamiento abstracto para saber que la troncalidad es una de las piezas de un puzle que se completará con las areas de capacitación específicas, la duración de las especialidades, así como con la reforma del acceso a las especialidades.
Lamentablemente nos e ha aceptado que la Conferencia de Decanos de las Facultades de Medicina consideren en primer año de troncalidad como el último del Grado de Medicina.
Pero además de lamentar esto, por parte del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud se ha hecho un trabajo bueno escuchando las opiniones que cristalizará en un informe que enriquecerá sin duda alguna el primer documento y pemirtirá a nuestro sistema que avance en la formación de médicos más integrales. Afortunadamente ha habido Comisiones Nacionales de Especialidades y Sociedades Científicas que se han dedicado a construir que se han leido el documento, que han pretendido entenderlo y luego han presentado sus alegaciones constructivas, gracias a estos últimos tendremos un documento más consensuado y mejor que el primero de ellos.
Seguro que en el camino puede que aparezcan otros troncos, puede que otras especialidades deban quedarse fuera, pero lo importante es que el espíritu de la troncalidad y la integralidad impregne al Sistema excelente de la Formación Sanitaria Especializada
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Graduación de alumnos de medicina y necesidades de médicos

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necesidades_medicosFue el día 2 de mayo, donde la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura se vistió de largo. Donde los estudiantes que lo han sido durante al menos 6 años consiguen graduarse como Licenciados en Medicina, un título que le da paso a la siguiente fase de formación ¡acaban de empezar a formarse! El resto de su vida será formarse para ser cada vez mejores médicos, esa es la característica más clara de la vocación de médico.
Estamos en tiempos de opiniones que se reproducen cada vez que llega mayo a nuestro país y se nos gradúan nuestros estudiantes de medicina. ¿Hacen falta más plazas en las Facultades de Medicina? ¿Nos faltan muchos médicos? Y opiniones van y vienen sobre el tema, opiniones simplistas sesgadas y la culpa en la mayoría de las opiniones para ese «ente abstracto» que es la administración, sin identificar con nadie, ni con nada, la administración. Este año no será diferente.
Que hacen falta médicos en nuestro país, sobretodo en determinadas especialidades y en determinadas localizaciones nadie lo discute. Hasta ahora el estudio más serio en todo el país lo tiene el Ministerio de Sanidad y Política Social, que hace un abordaje del problema en términos del Sistema Nacional de Salud. Lo lógico sería que conociéramos las plazas vacantes en los diferentes Servicios Regionales de Salud más los que se necesitan en los centros sanitarios privados y esa serían nuestras necesidades, sin embargo el problema es que en la necesidades de médicos intervienen muchos factores (organización asistencial, eventualidades, localizaciones geográficas, características sociodemográficas de la población…).
Y es esta una de las primeras razones de críticas a la administración, donde se dice «que se ha planificado mal». Y apunto, es que no se ha planificado, ya que hemos atravesado una fase donde era imposible planificar, o si no imposible, si tremendamente difícil. Hemos vivido la mayor de las descentralizaciones en nuestro país y los Gobiernos Regionales han intentado por todos los medios dar respuesta a las necesidades de salud de la población, con la mayoría de los servicios sanitarios en su Comunidad Autónoma, aunque haya servicios y centros de referencia en el Sistema Nacional de Salud. Esto ha significado que se haya crecido en nuestro país como nunca se crecerá en recursos sanitarios. Y esto nos ha llevado a una situación claramente diferente en necesidades de profesionales, que insisto no se volverá a repetir.
En este momento pocos más de 4000 médicos egresan anualmente de nuestras Facultades de Medicina y el Sistema de Formación Especializada MIR absorbe más de 7000. Este es un desequilibrio que hace que el examen MIR ya no se apruebe o se suspenda, simplemente sirva para clasificar en número de orden que permite la elección del sitio y la especialidad a realizar.
Una primera aproximación al problema de necesidades de médicos sería el siguiente, no debemos permitir llegar a una situación como la de hace unos años con bolsas de paro médico de 20.000 es una utilización ineficiente de los recursos educativos. Pero desde luego tenemos que alcanzar un equilibrios entre estudiantes que terminan la carrera y las plazas MIR ofertadas por el Sistema Nacional de Salud. Por tanto, crear nuevas Facultades de Medicina a troche y moche de ninguna manera, la calidad en la formación es muy importante, pero un compromiso de crecimiento en el número de plazas en las Facultades de Medicina es absolutamente necesario.
Una segunda cuestión es que aun produciéndose el pico de jubilaciones, no parece necesario seguir incrementando en mucho más número la oferta de plazas MIR en nuestro país, pero si es necesario realizar una oferta basada en el estudio de necesidades de profesionales que ha realizado el Ministerio de Sanidad y Política Social. Ofertando las plazas de las especialidades más necesarias, manteniendo en el resto el recambio para jubilaciones, eventualidades y demás contingencias en el Sistema Sanitario público y privado. Es decir, más que en cantidad la oferta de las plazas MIR hay que estudiarla y adaptarla en las especialidades necesarias, claro que además esta estrategia la pueden realizar las Comunidades Autónomas que por su tamaño tienen este margen de maniobra.
Otra de las necesidades de estudio profundo de la oferta MIR es la cobertura de las plazas de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Desde hace bastantes años se ocupa por los médicos que han obtenido los últimos números de orden del MIR. No es que el número de orden nos diga que son mejores o peores médicos, en absoluto, pero es que se están quedando plazas vacantes. Urge que en el seno de la Comisión Nacional de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud se produzca un debate y una reflexión seria sobre las «vocaciones para la Atención Primaria de Salud». Es necesaria esta reflexión y esfuerzo ya que nuestro Sistema Nacional de Salud pivota sobre la Atención Primaria de Salud como garantía de calidad en la atención sanitaria y eficiencia en la gestión de los recursos.
Una reflexión donde deben encontrarse Educación, Universidad, Colegios Profesionales, Sociedades Científicas, Comisión Nacional de la Especialidad, Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas. Dónde todas las partes pongan su trabajo y esfuerzo en conseguir mostrar la Atención Primaria de Salud que permita generar vocaciones más reales.
Educación y Universidad deben asegurar con la adaptación al Espacio Europeo de Enseñanza Superior que la medicina de familia es una asignatura troncal dentro de los estudios de grado de medicina, no puede ser lo que ocurre ahora que las asignaturas de la carrera se convierten en «demos» de las diferentes especialidades que no son medicina de familia.
Colegios profesionales y sociedades científicas deben trabajar en prestigiar desde el punto de vista científico y profesional de la especialidad de Medicina de Familia, trabajo al que debe contribuir de forma clara la Comisión Nacional de la Especialidad, más allá de realizar análisis de lo que deben hacer los demás y no poner el «locus de control» dentro de si misma para solucionar el problema.
El Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas deben asegurar el cumplimiento estricto de la Estrategia AP21, estrategia de mejora de la Atención Primaria de Salud, tomándo en serio el esfuerzo y el trabajo de reflexión que ya hubo.
Pero además desde las Comunidades Autónomas se deben realizar reflexiones sobre la organización asistencial, donde la creación o no de categorías, la organización de las guardias, los servicios sanitarios, la cobertura geográfica, los mapas sanitarios y tantas otras influyen en las necesidades de médicos.
Y es necesario llegar a un Pacto por la Sanidad donde se incluya de forma clara los Recursos Humanos, pacto que permita que trabajemos como un Sistema Nacional de Salud, lejos de ser exclusivamente la suma de las 17 Comunidades Autónomas.
No creo que sea motivo de culpa, es motivo de análisis y de estrategia.
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Toca reflexionar sobre la Medicina Familiar y Comunitaria, pero en serio

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medicina_familiaHoy hemos conocido los datos oficiales de la adjudicación de las plazas MIR en el Sistema Nacional de Salud. Finalmente han quedado 51 plazas vacantes de Medicina Familiar y Comunitaria en nuestro país. La cifra no es alta, pero debemos añadirle que esta especialidad es la que se elige en los últimos números de orden del MIR.
Esta situación se viene repitiendo en las últimas convocatorias MIR en las cuales se va incrementando el problema.
Además debemos tener en cuenta que esto ocurre en un país donde su Sistema Nacional de Salud está organizado y basado en la Atención Primaria de Salud como puerta de entrada, como gestor de los procesos de atención y responsable de la salud de la comunidad.
Si conjugamos estos elementos, lo que se está repitiendo durante estas últimas convocatorias de MIR es ciertamente preocupante. Pero además, apuesto decididamente a que esto debe generar una reflexión profunda en la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud. Estoy seguro que en los próximos días no faltarán opiniones simplistas de los motivos que están llevando a esta situación, unos achacarán exclusivamente a que los médicos de familia tienen unas condiciones de trabajo malas, otros a que no se incluye esta disciplina en las Facultades de Medicina y así sucesivamente.
Lo cierto y verdad es que otras especialidades están más prestigiadas que la Medicina de Familia en la sociedad y a esta situación se llega durante mucho tiempo de abandono y de falta de creencia en una especialidad nacida para poder soportar un papel clave en nuestro modelo de Sistema Nacional de Salud. No han faltado las veces que se ha escuchado que la Medicina de Familia es la piedra angular del sistema, pero esto se ha repetido desde la falta de convencimiento y sin creerlo verdaderamente.
No se trata de buscar culpas, se trata de buscar entre todas las partes el prestigio social de una especialidad de suma importancia, solo desde ese ejercicio se puede construir algo realmente adecuado para el futuro.
Reflexión donde deben estar presentes las Comunidades Autónomas, el Ministerio de Sanidad y Política Social, el Ministerio de Educación, la Universidad, pero también arrimando el hombro el mundo profesional y de las sociedades científicas. Estos son los agentes que deben reflexionar y establecer medidas concretas para prestigiar una especialidad como lo es la Medicina de Familia. Podemos hacer eso, construir o seguir opinando desde un análisis simplista en lugar de sistémico del problema.
Sin duda urgen varias cosas, la defensa cerrada del mundo profesional de la especialidad, la apuesta de prestigio y de calidad más que de aspectos profesionales de las sociedades científicas, la orientación de los planes de estudios ahora que los hemos revisado con la excusa de Bolonia en base a que las Facultades de Medicina centren su formación en médicos generalistas de verdad y no basar sus planes en demostraciones de las diferentes especialidades. Y urge que se controle, potencie e inste a los servicios de salud a adoptar las medidas contempladas en la Estrategia AP 21. Pero estas medidas urgentes, no quitan para una reflexión seria, decidida, valiente e innovadora sobre la Medicina Familiar y Comunitaria.
 
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Este fin de semana hubo examen MIR

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examen_mirEste fin de semana que ha pasado ha sido noticia la celebración del examen MIR además de otros exámenes para acceder a la formación especializada en ciencias de la salud de titulaciones como farmacéutico, psicólogo, enfermera, químico, biólogo…
El examen MIR es diferente a otros años, aquellos que estaban realizando la especialidad y querían volver a presentarse debían renunciar previamente a la plaza que obtuvieron y además para poder acceder a una plaza la puntuación resultante del examen debe ser positiva. ¡Quién le iba a decir esto a aquellos médicos que se presentaron hace unos años al MIR! donde para acceder a una plaza de MIR había que realizar un esfuerzo titánico, donde más de 20.000 médicos se disputaban como mucho 1.000 plazas.
La situación claramente ha cambiado y esto como decíamos en otra entrada ha generado un cambio sociológico en el MIR y en la realización de la especialidad que hay que saber gestionar para que este sistema de formación sanitaria especializada tenga el prestigio que siempre ha tenido. Esto asegurará la calidad de los profesionales especialistas formados.
Velar por la calidad durante la realización de la especialidad, la comprobación y la evaluación continua y final del especialista en formación debe ser una constante que asegure la verificación de la calidad. La inversión de las Comunidades Autónomas en las estructuras de la formación sanitaria especializada y la colaboración con la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud en las auditorías de los centros sanitarios acreditados para la formación sanitaria especializada deben formar parte de la normalidad que nos permita introducirnos en la mejora continua de la calidad de la formación sanitaria especializada.
El desarrollo de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y del Real Decreto denominado de aspectos formativos marcarán un antes y un después en este sistema de formación a través de residencia de especialistas en Ciencias de la Salud. Pero este antes y después debe estar impregnado por la mejora continua de la calidad.
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Cambio sociológico en la formación sanitaria especializada

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Creo que se está dando una nueva situación sociológica de trascendencia en el Sistema Sanitario español en el sistema de formación sanitaria especializada. Situación a la que se ha llegado tras una serie de circunstancias que se han dado en un momento dado.
Sin embargo, la calidad de la formación sanitaria especializada no se está mermando y eso es muy importante para el Sistema Nacional de Salud y todo el Sistema Sanitario español. El trabajo de todos los médicos y enfermeras de forma especial, y el papel de colaboradores de muchos profesionales de los servicios de salud de las diferentes Comunidades Autónomas, su dedicación ha hecho que la calidad siga estando preservada ante situaciones de cambio como la que estamos viviendo en el sistema de formación especializada en ciencias de la salud.
No hace muchos años que un alumno cuando entraba en cualquier Facultad de Medicina podía acabar, tras licenciarse, en dos vías, una dedicada a la asistencia sanitaria (siempre la mayoritaria) y otra investigadora y docente dentro de la Universidad española. Hoy la segunda vía es excepcional, marginal. La inmensa mayoría de los estudiantes que finalizan los estudios de Medicina acaban en la formación sanitaria especializada tras examinarse del examen MIR.
Hace unos años también existían muchas dificultades para pasar el examen MIR que llevase a un Médico a especializarse. De unos años acá lo complicado es no pasar el examen MIR. Por lo cual todo Médico puede acceder de forma sencilla a la especialidad, otra cuestión es si se accede a la verdaderamente deseada por el Médico.
Pero además por la necesidad de especialistas médicos, los especialistas en formación tienen muchas facilidades en ser contratados por cualquiera de los servicios regionales de salud una vez finalizada la especialidad. Son contadas las especialidades médicas que tienen paro hoy en día.
Toda esta situación, lleva a un nuevo escenario en la formación sanitaria especializada en ciencias de la salud. Un escenario donde las Comisiones Nacionales de las Especialidades Médicas deben identificar y adaptarse a ella, más allá de la modificación de los programas nacionales de las especialidades, insistir en las herramientas de evaluación, herramientas para velar por la calidad de la formación y de favorecer la relación tutor-residentes. Los servicios regionales de salud también y por supuesto el Ministerio de Sanidad y Consumo.
No es malo el cambio, ha supuesto que la formación sanitaria especializada sea más accesible y eso en principio se me antoja bueno. Pero sin el aliciente por parte del médico en formación de «luchar» por una plaza de formación de especialista y luego un puesto de trabajo, corremos el riesgo de relajarnos en la autoformación y el esfuerzo. Eso debe rescatarse a través de evaluación continua y de control de calidad.
Tenemos un gran sistema de formación sanitaria especializada, trabajemos para mantenerlo y mejorarlo.
 
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia