Tiempos de educación sexual

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pildora_diadespuesLlevamos unos días salpicados por dos noticias que han generado una reacción de la sociedad hacia ellas. La primera que se producía era la venta sin receta médica de la llamada píldora del día después. La segunda hacía referencia a la nueva Ley conocida como Ley del aborto vulgarmente.
La reacción ante una y otra noticia por parte de la sociedad no se ha hecho esperar, la división de los denominados grupos «provida» y el resto de la sociedad han llevado a caldear el ambiente de opiniones encontradas.
Como ciudadano no tolero que haya grupos que se hayan ido «apropiando» en el sentido más patrimonialista con el concepto patriótico, español,… y ahora con ese de «provida» y de la «familia». Mi ideología está en las antípodas de estos grupos «radicales» de defensa de lo retrógrado, de impedir la decisión libre de las personas ante temas. Pero además es que me niego a que hagan un uso patrimonialista de la vida o de la familia, que son de todos y todas las ciudadanas. Yo defiendo la vida y defiendo a la familia, siempre la he defendido. Y es por eso por lo que defiendo una educación pública de calidad y una sanidad pública de calidad, pero una educación y una sanidad que permita también evitar la desgracia de lo que supone un aborto, pero también de lo que supone el llevar a término un embarazo que está lleno de riesgos de forma importante.
Un aborto es siempre un fracaso y es vivido por cualquier persona como una pérdida, como un duelo. Y debemos evitarlo, pero además que si se produce por diferentes motivos, debemos proteger a la madre, al padre y al resto de su entorno de cualquier ambiente hostil que le lleve a vivirlo como una situación de culpabilidad insoportable. Para mi «despenalizar» el aborto no es plasmar en una Ley que culquiera pueda abortar, es quitar la «pena social» por abortar, hacer que en los momentos del aborto paciente y profesional estén seguros clínicamente y socialmente.
Para ello es necesario la reflexión y la opinión de expertos en la elaboración de una norma. Y eso en esta se ha cumplido, numerosos expertos y defensores de diferente sensibilidades han manifestado su opinión ante la comisión política que ha permitido tomar la decisión.
Pero además, las dos noticias a las que nos hemos referido en el principio de esta nota, se deben enmarcar en un contexto, no verlas como aisladas, no se entiende todo esto sin una apuesta a la educación sexual y reproductiva, pero abierta de verdad, donde se puedan reflejar las diferentes sensibilidades, aperturista en todos los sentidos y ese es el reto de la sociedad, del ámbito educativo y del ámbito de la familia.
Es necesario trabajar en la información, desvestida de posturas recalcitrante, la sociedad está pidiendo información veraz sobre los riesgos y los beneficios de ambas decisiones. Pero en este ambiente enrarecido y distorsionado por los radicales es difícil que se pueda aportar información veraz y reposada. Las ruedas de prensa no son los canales adecuado, debemos encontrar los canales adecuados a los que informar a la sociedad.
Con respecto al anuncio de la píldora del día después, la voluntad política he entendido que estaba en la no limitación de su uso anticonceptivo en situaciones de emergencias, sin embargo, la Agencia Española del Medicamento debe pronunciarse desde el punto de vista científico, como se han pronunciado otras organizaciones científicas y profesionales, sobre si la dispensación en las oficinas de farmacia sin la necesidad de presentar receta de prescripción médica es adecuada por el pérfil del medicamento en cuanto a riesgos y beneficios. En ningún caso se debe convertir este método anticonceptivo como el habitual. Y eso es un riesgo que deben prevenirlo todos los profesionales médicos, enfermeras, farmaceúticos, psicólogos… Pero también la sociedad. Las Ministras se referían de forma explícita a este necesario pronunciamiento anterior y eso es lo que debemos esperar.
En el momento actual a la píldora se accede dentro del sistema sanitario, sin embargo debemos reflexionar los profesionales si a esta prescripción de la píldora es sensato plantear la objeción de conciencia y limitar así el acceso en circunstancias donde está indicada y con todas las exigencias que se están pidiendo en los múltiples documentos que se están vertiendo a raíz de la noticia de las dispensación en las oficinas de farmacia. Esta autocrítica que lleve a la reflexión es necesario hacerla en el seno de las organizaciones científicas y profesionales. Pero además los farmacéuticos deben hacer uso de la atención farmacéutica para prevenir su uso inadecuado, proporcionar la educación sanitaria adecuada y demás.
Y por último, el concepto de menor maduro no es algo nuevo. El concepto aparece en la Ley de autonomía del paciente. Ley que se elaboró y se promulgó estando gobernando en este país el grupo político que «sustenta» a los «voceros» provida. Por cierto, una regulación en este aspecto concreto que ha generado muchas indefensiones e inseguridades a los profesionales de las ciencias de la salud, está bien que ahora se den cuenta.
En tono jocoso debemos evitar a estos grupos «provida» que tengan un exceso de trabajo, ya que supongo que a partir de ahora se manifestarán de igual forma ante cualquier tipo de violencia que lleve o no a asesinato y demás ¿no?
Hace falta serenidad y reflexión sobre dos noticias que han destapado un tema de actualidad y de trascendencia en los que decidir.
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Interrupciones Voluntarias del Embarazo en aumento

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aborto_elrotoHa sido presentado el informe con los datos oficiales de las Interrupciones Voluntarias del Embarazo durante el año 2007 en España. Estos datos han sido ofrecidos por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Para facilitar el acceso, se puede acceder al informe completo pulsando aquí.

La tasa global de Interrupciones Voluntarias del Embarazo en el año 2007 es de 11,49 por 1000 mujeres. Esta tasa era de 10,62 en el año 2006. El informe realiza un estudio en diferentes tramos de edad, en la tabla de evolución se ve como esta tasa aumenta en todos los tramos de edad estudiados. Dándose el mayor incremento y también la tasa más alta en las mujeres de 20 a 24 años de edad.

El perfil de la mujer es soltera, con estudios de segundo grado, asalariada o con pareja asalariada, sin hijos y en la evolución en los diferentes años de estudio, se ve una disminución en mujeres que nunca abortaron antes y un crecimiento en aquellas que ya han tenido un aborto.

La mayoría de los abortos, en más de un 80% se da en el medio extrahospitalario y privado. Mayoritariamente en las 12 primeras semanas de gestación y el motivo de la interrupción es la salud materna.

 Madrid, Murcia, Baleares y Cataluña encabezan las Comunidades Autónomas con mayor tasa de interrupciones voluntarias del embarazo por 1000 mujeres.

Podríamos seguir desmenuzando los datos, sin embargo, lo realmente importante sería dar una respuesta adecuada desde el punto de vista jurídico, sanitario y social a estas mujeres que viven una situación estresante como es el hecho de afrontar una interrupción voluntaria del embarazo.

Esto pasaría por establecer un debate serio, del que una parte se esta llevando a cabo a través de una comisión parlamentaria que permita un debate sosegado, que clarifique los términos a utilizar en estas interrupciones voluntarias del embarazo, que fije de forma adecuada los supuestos, que incida en la prevención y promoción de la salud sexual y afectiva y que permita aplicar los criterios científicos actuales a la realidad.

Merecemos una reflexión de los profesionales, vinculando su derecho a la objeción de conciencia a su registro profesional para que se haga efectivo en la sanidad pública y privada. Si importante es legislar sobre la interrupción voluntaria del embarazo, igual de importante es asegurar a los profesionales la posibilidad de la objeción de conciencia, que debería ser manifestada y registrada en su registro profesional para darle mayor cobertura al derecho de objetar en todos los ámbitos de la sanidad independientemente de la gestión sea esta pública o privada.

En fin, es una magnífica oportunidad para establecer una seguridad jurídica, sanitaria y social para todos, esto repercutirá de forma clara sobre la calidad en la atención a estas mujeres.

José María Vergeles Blanca

Médico de Familia

Aborto, la necesidad de un debate serio

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abortoHoy han comenzado los trabajos de la denominada «Subcomisión del Aborto», han comenzado las comparecencias de expertos designados por los diferentes grupos políticos. Mientras desde el PP se solicitaba un debate serio y sereno, las asociaciones designadas por ese color político optaban por comparecencias muy respetables, al igual que las del resto de los colores políticos. Sin embargo, en los médios de comunicación de la derecha más radical y en las páginas web de diferentes organizaciones, que en teoría hablan de «la defensa de la vida», estos comentarios y opiniones no eran serenas precisamente.
Hay que acometer un debate muy serio y sereno, efectivamente así debe ser. Dicen, aquellos que quieren cerrar bocas, que la sociedad no lo ha demandado. Lo haya demandado o no en los últimos meses hemos asistido a episodios lamentables que han puesto en jaque la calidad de la atención a estas mujeres. Esta merma de la calidad ha venido provocada por situaciones de clandestinidad, por comentarios que han generado tremendos sentimientos de culpa, comentarios que han puesto en evidencia derechos y libertades.
Ese debate debe contar con una serie de ingredientes que tienen que ser sanitarios, legales, culturales y bioéticos.
Mi opinión es que debe encuadrarse dentro de ese concepto magnífico de la sanidad que es la salud pública. Donde las acciones de elección son la prevención de las situaciones que nos lleven a que la mujer tenga que optar por el aborto.
Esa prevención tiene mucho de educación sexual, de utilización de métodos anticonceptivos, de diagnóstico y consejos genéticos y tantas otras acciones que permitan decidir a la pareja en libertad en esa fase de prevención de una situación como el aborto que a todas luces es traumática.
Si con estas medidas puestas en marcha se plantea esta opción, no se puede hablar de despenalizar, hay que hablar de tomar decisiones en libertad con los plazos que se consensuen. Pero además, es necesario no «penalizar socialmente a la mujer». Es frecuente que la mujer se encuentre sola en la encrucijada de esta decisión y la sociedad no debe poner más peso encima. La legislación debe ser clara y la sociedad cumplir con ella. La «satanización» que determinados sectores de la sociedad han hecho de un grupo de mujeres en los últimos meses debe ser evitada, ya que somenten a la mujer a la decisión y además le generan un contexto de clandestinidad que merma la calidad en la atención sanitaria.
Opinemos de forma serena, sosegada y seria. Dejemos trabajar a la subcomisión del aborto y como sociedad construyamos una vida más fácil y segura para nuestras para la salud maternoinfantil.
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia