La financiación autonómica hacia la igualdad y la cohesión

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financiacion_sanitariaHay un debate más que intenso sobre la financiación autonómica, debate que como es lógico está sujeto a las opiniones y críticas de los responsables autonómicos y los Gobiernos Regionales, sobre los avances que vaya realizando el Gobierno de España.
Este blog habla de sanidad y salud, pero hablando de financiación autonómica, entiendo que se debe priorizar que la financiación permita un acuerdo que nos desarrollemos como un Estado de las Autonomías, como el que ahora disfrutamos. Cohesión e igualdad son los principios fundamentales para conseguir este modelo de financiación.
Una vez asegurado esto, se deben buscar la combinación de las variables que permitan el desarrollo particular de las diferentes Comunidades Autónomas y Ciudades Autónomas, sin que este desarrollo perjudique a los principios de Cohesión e Igualdad. Huyo de hablar de solidaridad, lo primero es la igualdad.
No todas las Comunidades Autónomas somos iguales, ni mucho menos, eso es lo que aporta riqueza a este país vivir en la cohesión e igualdad para todos los ciudadanos en un país con esa diversidad.
Pero la financiación autonómica nos debe hacer reflexionar sobre el Sistema Nacional de Salud, nos debe permitir aprovechar el debate interesante del Ministerio de Sanidad y Consumo sobre el Pacto de la Sanidad. La financiación sanitaria debe comenzar por una reflexión de cohesión e igualdad, debe partir de la definición del Sistema Nacional de Salud, reforzándolo y buscando la eficiencia en la gestión del mismo. Hace ya casi 6 años que se descentralizó la sanidad y merece la pena esta reflexión. Se deben definir las políticas de salud pública claramente, se deben repensar determinadas competencias en esta materia como el calendario vacunal y decidir su eficiencia, si es centralizándolo, así sea. Se deben establecer los centros y servicios de referencia en el Sistema Nacional de Salud para que todos los ciudadanos se beneficien de este derecho por igual, afinar el acceso a los transplantes de determinados órganos, repensar y definir con mayor nitidez el mecanismo del fondo de cohesión que define la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, llegar a pactos sobre las políticas de Recursos Humanos, priorizando sobre las políticas de personal en los diferentes Servicios Regionales de Salud. Pero es necesario avanzar en la cohesión y la igualdad en la evaluación de las tecnologías sanitarias antes de su incorporación a los centros y servicios sanitarios, así como la apuesta decidida por la investigación basada en resultados en salud que nos permita realizar hojas de ruta para saber hacia donde se tienen que realizar inversiones.
Lejos queda que hablemos del copago, que lo entiendo como el fracaso de todo lo anterior y un claro mecanismo de huída hacia adelante.
Tenemos muchas tareas antes de definirnos, es más que un sudoku, es una tarea continuada de análisis y de apuesta por la igualdad y cohesión teniendo claro en la mente que ganen el Sistema Nacional de Salud y las Comunidades Autónomas. Ese común es que ganemos los ciudadanos.
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Las propuestas de privatización ponen en riesgo a la Salud Pública

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Vivimos en una «sociedad de consumo» donde el bienestar se asocia a conseguir todo y rápido. Donde se le da mucha más importancia a la solución al aquí y ahora, que a programas preventivos que nos ahorre llegar a situaciones a las que haya que darles respuestas. Con ese contexto sociológico asistimos a la privatización de determinados centros sanitarios. Si antes las sociedades desarrolladas han apostado por invertir cuanto más mejor a la medicina asistencial pura y dura en detrimento de la medicina preventiva, la privatización de determinados centros sanitarios abunda aun más en este abandono de la Salud Pública. Los gestores de estos centros que se privatiza su gestión solamente entienden la eficiencia bajo un criterio economicista que desvirtua cualquiera de los programas de prevención y promoción de la salud.
En estos tiempos toca reivindicar el papel que ha tenido la Salud Pública en que nuestro país haya conseguido el nivel de salud que tenemos, los indicadores clásicos de salud de las poblaciones como la mortalidad maternoinfantil entre otros se debe claramente a las medidas de Salud Pública muy pocos beneficios para la salud colectiva han proporcionado las medidas exclusivamente asistenciales.
Ahora que parece que desde la política sanitaria en algunas Comuninades Autónomas no se tiene en cuenta la Salud Pública y si se tiene en cuenta no se sabe donde se coloca, se hace necesario apostar por ella, contar a todos los ciudadanos la importancia que tiene, que los sistemas sanitarios que solamente apuestan por la calidad asistencial, y menos en la calidad de la atención llevan aparejado a lo largo del tiempo que la calidad caiga.
Por todo ello, apostemos, reivindiquemos y votemos a aquellos que apuesten por la Salud Pública de forma clara, eso es una política sanitaria con gran base social.
José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

Variabilidad en tiempos difíciles

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De unos meses a esta parte se ha instalado en nuestro mundo algo que nos hace sospechar lo difícil de esta economía globalizada. Es cierto, que en una parte se han producido incremento en el precio del petróleo asociado con una desaceleración en el negocio inmobiliario. Esto claramente se ha hecho eco en la sociedad y se ha producido una situación clara de impresión de estar en tiempos difíciles. Como el dinero ciertamente es «cobarde» hemos instalado en nuestra psique esa precaución, bajando el consumo y de esta forma contribuyendo de forma decidida a la desaceleración económica. En fin esto nos situa en una situación nueva que requiere de ejercicios de austeridad claros y de abundar en la eficiencia de nuestras acciones profesionales como contribución a una mejora de esta situación de dificultad económica.
En el campo de la Sanidad es claro los esfuerzos, más si cabe en la sanidad pública. Se hace más necesario invertir esfuerzos en la mejora de la eficiencia y de la calidad de las acciones del Sistema Sanitario Público. Consolidar y mejorar, frente a crecer. El lema de «no hacer más, sino hacerlo mejor».
Pero para llevar a esto a la práctica se necesitan esfuerzos por todas partes, las políticas verticales tienen poco éxito, es cierto, pero marcar el rumbo y las estrategias si es necesario. Es necesario un convencimiento de políticos y directivos, convencimiento de esforzarse en consolidar servicios y mejorarlos, frente a la oferta de más y más. Un convencimiento claro, lejos de repetir la frase, creer en la política que marca la frase de «no hacer más, sino hacerlo mejor».
Este convencimiento debe traducirse en la forma de actuar de políticos y directivos, para marcar tendencias y ejemplificar a los profesionales y a los ciudadanos. Esa es la estrategia más sensata y honrada para con nuestra sociedad. Ofertar calidad frente a más cantidad.
Dentro de la calidad y la eficiencia hay un concepto clave que es la Variabilidad en la práctica clínica que influye de forma decisiva en la seguridad para los pacientes, la eficiencia y el coste de las actuaciones sanitarias, la utilización racional y razonada de los recursos sanitarios y la evidencia científica en la toma de decisiones. El estudio de la variabilidad de la práctica clínica o de la práctica médica permite conocer hasta que grado de falsedad tiene el dicho de «cada maestrillo tiene su librillo». La investigación en este terreno debe ser una prioridad para los Gobiernos, conocer los determinantes de la variabilidad permite invertir en ganar en calidad de lo que hacemos, permite gestionar de forma eficiente para invertir en otras acciones y lo más importante en la seguridad de lo que hacemos en sanidad para pacientes y profesionales.
Sin embargo es más fácil seguir invirtiendo en nuevas cosas, en ofertar nuevos servicios, es más vistoso poner en marcha más y más tecnología, es más fácil deslumbrar con lo nuevo.
Pero frente a esa facilidad se encuentra la responsabilidad social, la ética en las decisiones y eso es lo que nos debe mover a los políticos en esta fase, la consolidación y la mejora progresiva de nuestro Sistema Sanitario Público. Es posible que no sea una exigencia explícita de nuestros ciudadanos, pero es una necesidad de progreso y social. Y en esta mejora existe una palabra clave la Variabilidad de la práctica.

José María Vergeles Blanca
Médico de Familia